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lunes, 9 de julio de 2012

NOTICIA NOVENA: EL ABUELO



El abuelo

A Jorge Barrón Feraudi y Nicanor Rollano Serrudo

El abuelo duerme junto a los álamos.
Las manos del abuelo son cálidas pero duras como la piedra que se calienta al sol
los mediodías de mi pueblo.

El abuelo son esos banderines de un equipo 
de muchas batallas y pocas glorias que heredamos 
como un recordatorio de lo injusto de la vida.

El abuelo está en las hebras afiladas del aire del invierno,
sus refugios son las prendas de lana parda,
las rutinas de bodegón y botica,
los arcanos de taller y biblioteca.

El abuelo vino al mundo cuando el mundo era otro.
No digamos el padre más bien el hermano de este mundo que conocemos,
un hermano que usa guantes de lana y se resfría rápido.
Un mundo oloroso
a naftalina, tabaco embolsado y licor sin perfumar.

El abuelo sólo le teme a la soledad,
a no encontrar el eco o el escándalo de la gente cercana
en corazón o espacio,
a la cobardía pública,
a los venenos del poder y de las lenguas serviles.
(Por eso los abuelos son gigantes
aunque midan un metro y medio).


Mi abuelo vuelve todos los días a una casa
que supo reclamar como propia
para hacerse cargo de su vida.
Mi abuelo -que son dos-
se hace cargo de su muerte con idéntico tesón.

Mi abuelo -que son dos-
es una sombra adusta,
una estatua de respirar afanoso,
un prócer a domicilio.

Mis abuelos no reconocían a sus amigos
por su voz remendada en el teléfono
sino por el calor y vigor de su apretón de manos,
y no esperaban menos de nosotros que la estatura
de sus hazañas domésticas
y su amable rectitud sin tentaciones.

Yo llevo pelos de las cejas revueltas del abuelo 
en mis mechones imprecisos.
Yo tengo la sangre espesa del abuelo en mis venas
verde-añiles.
Yo llevo la memoria de la guerra en las historias del abuelo.
Yo soy mi abuelo en la tez morena que el altiplano tañe.
Yo seré mi abuelo en los laberintos tercos de la molécula traviesa.
Yo fui mi abuelo cuando alfabeticé mi alma.

A mi abuelo -que son dos-
lo conocí apenas de oídas,
pero somos la misma tierra
el mismo pan y el mismo cuerpo.


Este poema ha sido publicado en la antología del Club Abuelos "Abuelos y Nietos".
http://www.lulu.com/shop/club-abuelos-buenos-aires/abuelos-y-nietos-poemas/paperback/product-20186174.html
Foto: Archivo La Patria